Fuente: el mundo.es
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, advirtió de que el cambio climático es una "amenaza" para la subsistencia de las poblaciones indígenas en todo el mundo. Según la Comisión Europea, el calentamiento global está alterando el entorno natural de estas poblaciones, "que tradicionalmente establecen un fuerte lazo con la tierra y el resto de seres vivos". Entre las amenazas se encuentran "la subida del nivel del mar, la desaparición de los glaciares y la desertificación de tierras que antes fueron ricas en recursos", según la comisaria. La Comisión Europea insistió en la necesidad de aprobar en la ONU una declaración universal de los derechos de las poblaciones autóctonas, iniciativa que se anunció por primera vez en 2003.
En España, Rafael Soriano, subdirector de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) recordaba que los indígenas son 40 millones de personas que son "especialmente vulnerables" y señaló que estos pueblos son objetivo de los proyectos de la AECI, entre otras cosas porque su realidad está muy lejos de los derechos que les protegen.
Día mundial de las poblaciones indígenas
En la víspera de la celebración del año pasado del día mundial de las poblaciones indígenas, el entonces secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró que: "resta mucho por hacer para aliviar la pobreza que afecta a los pueblos indígenas; para protegerlos de las masivas violaciones a los derechos humanos; para acabar con la discriminación que, por ejemplo, obliga a muchas niñas indígenas a abandonar sus escuelas".
Actualmente se estima que hay más de 370 millones de personas en 70 países. Muchas de ellas soportan la falta de servicios básicos de salud, tienen acceso limitado a la educación, pierden el control de sus tierras y viven en la marginalidad económica y social.
Este es el caso del pueblo ayoreo-totobiegosode, de Paraguay, que se ve obligado a huir constantemente de la deforestación de sus tierras, como ha denunciado Survival Internacional. Esta ONG entregará 57.000 firmas de apoyo a este pueblo en las embajadas paraguayas de Londres, Madrid, París, Berlín y Bruselas.
Miguel Ángel Ser, responsable de difusión de Survival Internacional, y con relación a los Ayoreo, señaló que "Es curioso, pero después de tantos años luchando, seguimos teniendo los mismos problemas de siempre. La caoba, el petróleo, los cultivos de soja, todo va para Occidente. Los pueblos indígenas están explotados por nuestro modo de vida".
Del Ser también señaló que "aunque se consiguen avances en la legislación, las leyes no se aplican". Puso como ejemplo el caso de los Bosquimanos del Kalahari, a quienes el Tribunal Supremo de Botswana reconoció la titularidad de sus tierras en diciembre de 2006. "Hoy siguen acosados por los furtivos y están siendo perseguidos porque bajo el suelo en el que viven hay diamantes".
Según esta organización existe un serio peligro de que muchas de esas poblaciones se extingan. Para Survival, los pueblos más amenazados son los Jaragua (unas trescientas personas) de las islas Andamán, en el Índico, entre Myanmar e India; los Bosquimanos del Kalahari y los Akunsu, de la Amazonia brasileña. De esta población, sólo sobreviven seis personas.
Otras ONG también recordaban la penosa situación de los indígenas. Ayuda en Acción, que trabaja en la Amazonia ecuatoriana, denunciaba la imposición de una medicina moderna, que ni entienden ni va con sus creencias, frente a la tradicional, que se está perdiendo. También Manos Unidas trabaja con indígenas de Brasil. Desde la ONU se exigió una Declaración sobre los Derechos de los Indígenas universal.
En España, Rafael Soriano, subdirector de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) recordaba que los indígenas son 40 millones de personas que son "especialmente vulnerables" y señaló que estos pueblos son objetivo de los proyectos de la AECI, entre otras cosas porque su realidad está muy lejos de los derechos que les protegen.
Día mundial de las poblaciones indígenas
En la víspera de la celebración del año pasado del día mundial de las poblaciones indígenas, el entonces secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró que: "resta mucho por hacer para aliviar la pobreza que afecta a los pueblos indígenas; para protegerlos de las masivas violaciones a los derechos humanos; para acabar con la discriminación que, por ejemplo, obliga a muchas niñas indígenas a abandonar sus escuelas".
Actualmente se estima que hay más de 370 millones de personas en 70 países. Muchas de ellas soportan la falta de servicios básicos de salud, tienen acceso limitado a la educación, pierden el control de sus tierras y viven en la marginalidad económica y social.
Este es el caso del pueblo ayoreo-totobiegosode, de Paraguay, que se ve obligado a huir constantemente de la deforestación de sus tierras, como ha denunciado Survival Internacional. Esta ONG entregará 57.000 firmas de apoyo a este pueblo en las embajadas paraguayas de Londres, Madrid, París, Berlín y Bruselas.
Miguel Ángel Ser, responsable de difusión de Survival Internacional, y con relación a los Ayoreo, señaló que "Es curioso, pero después de tantos años luchando, seguimos teniendo los mismos problemas de siempre. La caoba, el petróleo, los cultivos de soja, todo va para Occidente. Los pueblos indígenas están explotados por nuestro modo de vida".
Del Ser también señaló que "aunque se consiguen avances en la legislación, las leyes no se aplican". Puso como ejemplo el caso de los Bosquimanos del Kalahari, a quienes el Tribunal Supremo de Botswana reconoció la titularidad de sus tierras en diciembre de 2006. "Hoy siguen acosados por los furtivos y están siendo perseguidos porque bajo el suelo en el que viven hay diamantes".
Según esta organización existe un serio peligro de que muchas de esas poblaciones se extingan. Para Survival, los pueblos más amenazados son los Jaragua (unas trescientas personas) de las islas Andamán, en el Índico, entre Myanmar e India; los Bosquimanos del Kalahari y los Akunsu, de la Amazonia brasileña. De esta población, sólo sobreviven seis personas.
Otras ONG también recordaban la penosa situación de los indígenas. Ayuda en Acción, que trabaja en la Amazonia ecuatoriana, denunciaba la imposición de una medicina moderna, que ni entienden ni va con sus creencias, frente a la tradicional, que se está perdiendo. También Manos Unidas trabaja con indígenas de Brasil. Desde la ONU se exigió una Declaración sobre los Derechos de los Indígenas universal.
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