29 septiembre, 2012

Imperante formación para futura generación política

Sin entrar en profundidad, se puede afirmar que hay cuatros profesiones que son clave para el desarrollo de cualquier sociedad: los docentes, los médicos, los investigadores y los políticos.

No creo que nadie pueda cuestionar su importancia, la necesidad de su existencia, la necesidad de su profesionalidad y servicio público y salvo los investigadores, la exposición a la que se someten, llegando a la falta de ética en algunos casos para con el ejercicio de su profesión.

Sin embargo, me llama la atención que sólo en una de ellas, no se ha procurado una formación amplia y  profunda para el apto o no apto del ejercicio. Sí, la política. Parece que las sociedades no han profundizado en construir para ella el mismo espacio de trabajo, formación y reflexión que requieren el resto, aun sabiendas de la importancia de un político preparado para el rumbo saludable de cualquier ecosistema social.

Hoy en día, un médico ha de aprender durante al menos 6 años el ejercicio de su profesión antes de diagnosticar a un paciente. Un profesor o docente( salvo en las escuelas de negocio donde cada vez se es menos exigente con las dotes formativas) otros tantos en obtener un título que de alguna manera regule que está capacitado para su profesión. Un investigador aprende el método científico como base para el desarrollo de su propio aprendizaje, pero un político... un político normalmente accede por una vocación familiar, cercana a su entorno social, o en el mejor de los casos, nace con una lucha interna para querer hacer del mundo, un mundo mejor.  La mayoría de los estudios de la clase política provienen del derecho y las leyes, las ciencias empresariales, o bien de la poítica y sociología en el mejor de los casos que, sin embargo, no pasa de una titulación universitaria, y ya sabemos todos como viene siendo esto...

¿Por qué nos hemos conformado con eso? ¿Por qué delegamos la responsabilidad de la gestión pública, las decisiones de gasto y la orientación de valores sociales a personas de la que no tenemos una mínima garantía de que fueron formadas para ello?

Apenas he investigado un poco y de lo que he encontrado, sólo en España la Universidad Pablo de Olavide se atrevió a lanzar un programa formativo para políticos. En su web se quedaron en el lanzamiento del segundo curso (año 2012) que no han lanzado.

La carrera política además de meritocrática debería abarcar estudios profundos, duraderos y de amplísima pluralidad de contenidos. Generar un espacio de aprendizaje y reflexión para democratizar el sistema de representación y profesionalizar una vocación. No creo que sea tan difícil. Un centro de alto rendimiento donde futuros profesionales de la gestión pública adquieran el conocimiento necesario y sean examinados con rigor para aprobar o no su validez en el ejercio de gobernar.

Al igual que un país no puede permitirse jugar al modelo en beta con la educación, tampoco puede frivolizar con la formación de su clase política. Existen grados especializados en política cuyas salidas profesionales (dichas por ellos mismos) ¡no son ser político! Nos conformamos con que lleguen a analistas, consultores o gestores de campañas electorales... ¿Cómo es posible que no aspiren a alcaldes, delegados de Gobierno o Ministros? ¿Qué estamos queriendo tapar?
¿Qué sociedad construye futuro así?
Si cada día hay menos alternativas... ¿cómo vamos a encontrar algo en 15 o 20 años que sustituya lo que hoy tenemos, con un cierto halo de credibilidad?

16 septiembre, 2012

Al cole. Toma I: ya tenemos libros.

Hace unas semanas, con eso de que mi sobrina empezaba el cole, decidí acercarme un poco más a ella y saber cómo vive una niña de 11 años su vuelta a la realidad. Pensé que me sería muy interesante como profesional saber que está pasando en otros ámbitos de la educación que no son las escuelas de negocios, y a la vez, reflexionar sobre ello.

Esto no es ni criticar, ni enjuiciar, ni valorar. Mi intención es recoger el testimonio de una persona que hoy tiene 11 años y que es plenamente consciente de lo que está pasando con su educación. Quiero hacer un seguimiento durante el curso y reflejarlo en este lugar como base de mi aprendizaje. Por ello, hoy empiezo a narrar mi experiencia.

Sara tiene 11 años y vive en Madrid. Va a un cole privado (como alguien me venga con el "oh claro es que la educación privada bla bla bla", que deje de leer este post, pues no entenderá de qué va ni aportará comentarios de valor) donde hay 25 alumnos por clase, 4 clases por curso, únicamente dos personas extranjeras. El cole está situado en un barrio obrero, con una renta per cápita media, y si me apuras, medio - baja.

Hoy íbamos a pasar el día juntas. Esta semana le pedí a mi sobrina por gtalk que trajera los libros del cole para que juntas, habláramos sobre cuáles le gustan más, cuáles menos... cuáles son más interesantes para ella y por qué. A cambio le he preparado unos spaguetti asquerosos (sólo llevaban tomate y YA) y he pasado unas 6 horas inventando historias de detectives... Sí amigos, he pagado un precio muy caro.
No tenga en cuenta la calidad de la imagen si no la intención de mis actos... Mi sobri y yo.
Lo primero que hemos hecho ha sido mirar el libro de Lengua. No me gusta demasiado - argumenta - porque es siempre lo mismo ¿ves? esto lo di el año pasado... esto también... esto también... Va a ser un rollo. Desde tercero (de primaria) damos siempre lo mismo. Es lo que mejor se me da, pero siempre es igual. "¿Hacéis redacciones en clase?" Sí a veces, pero pocas. Pasamos la mayor parte del tiempo analizando oraciones.

De ahí hemos pasado al libro del conocimiento del medio, que cuenta en 3 temarios con contenidos autonómicos. Es decir, cada Comunidad Autónoma decide que incluir en ese espacio. Me ha resultado un poco absurdo que en eso se base "la cesión de competencias".

Este me gusta más - continúa-. Tiene más fotos y gráficos. Me resulta mucho más entretenido aprender. Es un poco mezcla de todo, pero aprendes cosas. Oye - le pregunto - tu cole está cerca de La Casa de Campo, ¿no vais allí a conocer el medio? Sería mucho más divertido saber qué es un ecosistema si los ves con tus propios ojos ¿no?. - Bueno, una vez fuimos al Parque de Bomberos...

Pasamo a english. Este es el que más le gusta. Tiene una historia en modo de cómic de 3 personajes al que le van sucediendo historias durante todo el curso. Está editado por Oxford, el resto son ediciones Anaya. Lo que me gusta - explica - es que es un cómic, pero no tiene gramática. Es todo vocabulario. Claro, en el examen me piden escribir, y en clase no lo hago nunca. Oye Sara, acabo de darme cuenta que sólo tiene contenidos para el primer trimestre , ¿y el resto?. Me lo dan luego. ¿Cuántos libros tienes en total? Pues cuenta: 7 asignaturas por 3 trimestres (se lleva la mano a la boca, mira al techo) 21 libros. ¡¡A qué es una pasada!! (y atención, esto sale de ella, no de mí) ¡¡¡No entiendo por qué no nos da un tablet con todo el contenido dentro!!! De hecho, cuando ves el cd que completa el contenido, es un libro escaneado. ¿Por qué no nos dan un tablet que vaya todo ahí, y así sólo uso un cuaderno para no perder la escritura y eso... ¡pero no llevo tantos libros!

(Inciso: aquí he mirado a mi sobrina, y sabiendo que parte de su genética es mía, casi me pongo a llorar)

Llegamos a lo emocionante del asunto: ÉTICA. Bueno en verdad el libro se llama: aprende a vivir.

¡Esto es un rollo! ¡Lo odio! Joe Sara, a ver, es una cosa importante... ¿Importante? ¿IMPORTANTE? ¡Pero si sólo tiene poesías y canciones de Jose Luis Perales! (Esto es verídico, lo he comprobado, tiene canciones enteras de Jose Luis Perales. El próximo día le saco una foto, perdón, se me olvidó.) Mira - continúa - El año pasado, el profe pasó del libro, y nos ponía películas. Vimos la vida de Gandhi, de Mandela... Este año, el profe es otro y dice que seguiremos el libro, ¿y sabes qué? yo quiero aprender cosas, no quiero que me digan "los pobres son pobres, pobrecitos, ten compasión" quiero que me dejen ver cómo alguien hizo que un pobre no fuese tan pobre.

Bien, llegado a este punto, la he notado cabreada. Cabreada de verdad. Osea, de cara roja y de malestar energético. Así que he decidido parar. ¿Tienes hambre? ¿caliento los spaguetti?  Sí, oye tía ¿Quién es ése? ¿Alonso o Lorenzo?

EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO: Director, tengo una carta para ti. Quiero usar pantalones en el uniforme.

(OJO: Las frases son literales. Quise grabarlo pero me pareció un poco intimidatorio, y no le había pedido permiso a mi hermana. Quizá lo haga en próximos capítulos..)