14 abril, 2006

Un libro que cuenta, y un imbécil que aprende

Muchas veces necesitamos exponer ideas que resultan difíciles de explicar pero cuya esencia es simple, muy simple. Por tanto, si somos capaces de simplificar el contenido y hacerlo lo más didactico y divertido posible, haremos llegar nuestro mensaje de una manera más rápida y eficaz.
Esta es la conclusión a la que he llegado después de leer "Cuentos que mi jefe nunca me contó" de Juan Mateos (Lid)
Una recurrente y acertada obra en la que a través de cuentos muy ingeniosos y divertidos, el autor nos expone algunos de los temas habituales en la gestión de las organizaciones y a los que nos resulta difícil enfrentarnos y encontrar respuestas. Con una lectura fácil y amenizado con las ilustraciones de Alejandro Decinti, esta obra se convierte en técnica y táctica para aquellos que entienden las empresas como humanos con recursos y no como recursos humanos.
Para mí, lo mejor del libro es lo siguiente: "todo ser humano es imbécil, por lo menos diez minutos al día (...) el truco está en no sobrepasar ese límite" Frase que se le atribuye a Churchill, todo un poeta!


09 abril, 2006

La biología de las emociones

El neurólogo portugués Antonio Damasio, Premio Príncipe de Asturias 2005 de Investigación Científica y Técnica, considerado uno de los principales expertos mundiales en los mecanismos que rigen el funcionamiento del cerebro, nos habla en su último libro “En busca de Spinoza” la manera en la que el cerebro registra la emoción. He aquí un resumen de algunos de los fragmentos de esta obra.

Spinoza considera que los impulsos, motivaciones, emociones, y sentimientos eran un aspecto fundamental de la humanidad. La alegría y la pena eran dos conceptos prominentes en su intento de comprender a los seres humanos y de sugerir nuevas maneras en las que éstos podían vivir mejor su vida. Antonio Damasio considera que la figura de Spinoza es absolutamente relevante para cualquier discusión sobre la emoción y el sentimiento humano.

La primera hipótesis que plantea el autor es la siguiente “Un sentimiento es una percepción de un determinado estado del cuerpo junto con la percepción de un determinado modo de pensar, con unos pensamientos con determinados temas” Según esta hipótesis, se deben descartar definiciones tales como que “los sentimientos y/o emociones son estados de cuerpo o estados de la mente tal y como describen otros autores. El principal argumento para descarta estas otras teorías es sencilla, “si los sentimientos fuera simplemente meros grupos de pensamientos o emociones, con determinados temas ¿cómo podrían distinguirse unos de otros?

La segunda hipótesis que expone en que el contenido esencial de los sentimientos es el conjunto de patrones neuronales que cartografían el estado corporal y del que puede surgir una imagen mental de nuestro cuerpo. Bajo esta premisa, se entiende que en esencia, un sentimiento es una idea del cuerpo, y más concretamente, una idea de un determinado aspecto de nuestro cuerpo, su interior, en unas determinadas circunstancias.

Otra de las ideas es que al igual que obtenemos imágenes mentales del estado de nuestro cuerpo, también generamos imágenes de nuestro propio estilo de pensar.

El autor concluye con una aguda reflexión añadiendo que el proceso de sentimiento comprende:
1. Los estados del cuerpo que son la esencia el sentimiento y le dan un contenido distintivo.
2. El modo alterado de pensar que acompaña a la percepción de dicho estado corporal esencial.
3. El tipo de pensamientos que concuerdan, en términos de tema, con el tipo de emoción que se siente.

Se apunta a este respecto que una persona que tiende a sentirse triste a menudo tiene una deficiencia en su modo de pensar que se atasca alrededor de un número limitado de idea de pérdida.

Extracto basado en el nº294 de noviembre de 2005 de la revista Muy Interesante
Libro: En busca de Spinoza (neurobiología de la emoción y de los sentimientos) de Autor: Antonio Damasio, premio Príncipe de Asturias 2005 de investigación técnica y científica.

Orígenes del Coaching


A pesar de lo que algunos autores inciden en decir que el coaching se originó en los años ochenta, podemos afirmar que prácticamente en todos los pensadores, filósofos y formadores de la historia se encuentran elementos propios del coaching. Por tanto debemos entender el coaching como el conjunto de una serie de conocimientos adquiridos a lo largo de la historia del pensamiento. Según la lingüística, la palabra coach (coche) tiene un origen húngaro. Designaba a los carruajes tirados por animales para transportar a personas.

INFLUENCIA DE SOCRATES
Al igual que él, el coach ayuda a sus clientes a que examinen sus vidas para que merezcan ser vividas. Para conseguirlo, nuestra metodología se basa en el arte de la Mayéutica (Consiste esencialmente en emplear el diálogo para llegar al conocimiento. Para Sócrates es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento, pues rechaza que su mente sea un receptáculo o cajón vacío en el que se puedan introducir las distintas verdades)
Consideramos, al igual que Sócrates que no existe el enseñar sino sólo el aprender, y este surge sólo reconociendo que el conocimiento no está en el coach si no en los propios coachees.
Otra influencia propia de la filosofía Socrática es que ayudamos a nuestros clientes que en ciertas ocasiones sean conscientes de sus incompetencias, para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. Saber que o sabemos nada es siempre un punto de partida imprescindible.

INFLUENCIA DE PLATÓN
En el pensamiento de Platón reconocemos la estructura de sus diálogos como sesiones de coaching primitivas. LAS preguntas poderosas y la escucha activa son las dos herramientas o habilidades más importantes que un coach debe aprender para transformarse e un verdadero catalizador del otro.

INFLUENCIA DE ARISTÓTELES
Aristóteles nos ha enseñado a trabajar principalmente en el nivel “apetitivo intelectivo” (honores, reconocimientos y autorrealización) del hombre. Nos explicó que la metodología básica para llegar a ser lo que debes ser es la acción. Del ser (donde estoy), al deber ser (donde quiero llegar) hay un camino que recorrer, posible y con un fin en sí mismo. Siguiendo en la misma línea, Aristóteles nos enseña que el camino de la felicidad es uno de los motivadores en sí mismo.

INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA EXISTENCIALISTA
El eje central del coaching es, así como determinó la filosofía existencialista, la existencia individual. Por ello, en el coaching es fundamental esta reflexión interna, y la toma de conciencia con el entorno que nos rodea. Otra influencia existencialista, es que nuestro trabajo nos orientamos al qué y al cómo, y no tanto al por qué de las cosas y de la conductas. Este es un axioma fundamental de la metodología del coaching.

INFLUENCIA DEL MÉTODO FENOMENOLÓGICO
La fenomenología nos ha enseñado que es imprescindible abstenernos de todo perjuicio para con nuestro cliente, de manera que permitamos que permitamos que ellos mismos encuentren sus conciencias más puras.


INFLUENCIA DE LA PSICOLOGIA HUMANISTA

1. Valoramos la peculiaridad de las personas reconociendo que cada persona es diferente.
2. “Trabajamos” con la conciencia, dejando de lado el aspecto del inconsciente. La conciencia es la que otorga liberta y capacidad de elección al hombre.
3. Buscamos significados no explicaciones.
4. Las sesiones de coaching son no-directivas
5. El coaching se centra en el cliente, no en los objetivos. En otras palabras, es a través del cliente como trabajamos los objetivos. Nunca un objetivo estará por encima de la persona.
6. El rapport es fundamental en la relación humana entre coach y cliente.
7. Nuestros clientes son responsables de la dirección y del plan de acción que se establece en cada sesión.
8. Las principales herramientas del coach son sus cualidades
9. El coaching no enseña, el cliente aprende.
10. El coaching se enmarca, normalmente, dentro de los factores motivadores del ser humanos; la autosuperación o autorrealización.
11. Nos orientamos al comportamiento (hacer, vivir y sentir)
12. Hacemos que nuestros clientes se planteen qué quieren llegar a ser, desde el presente hacia el futuro, construyendo su realidad.
13. La relación coach-coachee se establece en un marco íntegro de confianza en el otro. La aceptación y la compresión de la persona dentro del marco de confianza, es un axioma fundamental del coaching.
14. El coaching trabaja con la pulsión del síndrome de crecimiento de la persona. También reconoceremos el síndrome de la decadencia y el juego que entre ambas se advierte en el ser humano.

Fuente: "Pasado, presente y futuro del Coaching" Leonardo E. Ravier. Revista Coaching Magazine. nº1-Nov/Dic 2005.