Tras la lectura de un documento encontrado en la web llamado “La gestión de la complejidad en la empresa” realizado por F. Saez Vacas, O. Garcia. J. Palao y P.Rojo, se me ocurren algunas reflexiones que incluyo y comparto en este post
La aplicación de las teorías del caos y la gestión de la complejidad, existen según los autores, 5 principios en los que debe basarse la empresa para establecer su modelos de gestión y de integración.
El Principio de Gradualidad me ha hecho entender que ya no sirve con establecer posiciones o status jerárquicos en las empresas, pues la sistematización de las relaciones hacen que la naturaleza compleja de las mismas, encuentre “diques” dialécticos, o mejor dicho, diques relacionales que impiden un correcto flujo de información, y por ende, una correcta gestión de la emisión y transmisión de cualquier mensaje, ya sea este con contenido basado en conocimiento, cultura, practis empresarial… Vivimos en un mundo en el que las personas que gestionan las empresas no conocen o comprenden la importancia de este mensaje, ya que como dicen los autores, “lo importante ya no es estar arriba, sino estar dentro :lo decisivo no es el rango, sino la inclusión” Aunque no lo creamos, amigos y amigas currant@s, el poder no reside en la jerarquía, sino en el acceso a la información relevante. Si eres un peón, pero conoces qué proveedor tiene el mejor material de construcción, tienes el poder de decidir si la obra será o no de calidad.
El principio de complemetariedad me hace reflexionar sobre la tendencia innata a defender el territorio. La frase “tendemos a identificar lo diferente como contrario” me lleva a pensar en que incorporar lo diferente, es inevitablemente, un riesgo para que afloren nuestras debilidades. Si en un dpto, se incorpora una persona o metodología que es diferente (es decir, contraria) a la que hemos utilizado hasta ahora, y además funciona mejor que la nuestra, “uff, van a ver que he sido ineficiente durante todo este tiempo….” La gestión de la complejidad invita a ver lo diferente como complementario, de tal modo que la incorporación de lo diferente, cree sinergias y fomente el flujo y el movimiento de ideas, conocimientos y prácticas internas. No debemos, amig@s currantes, ver las incorporaciones como amenazas para nuestro status o condiciones en la empresa; una nuev@ compañer@ es alguien que complementará nuestros puntos ciegos, alguien que nos dará otro punto de vista, nos ahorrará tiempo con su experiencia y nos hará más eficiente con sus conocimientos, y si nos supera, tendremos que asumir que es más competente que nosotros, lo cual significará que la economía de mercado funciona, y por tanto, tendremos que ser cada vez más eficientes y productivos si queremos seguir en la onda. Es así: los cómodos, los conformistas y los simplistas, a corto plazo permanecen en la compañía, a medio, están fuera del mercado laboral, y a largo, resultan ineficientes para el sistema.
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