28 diciembre, 2009

El bando que cambió la historia

Cansada de literatura tecnológica, de manifiestos y contenidos que sieeeeempre hablan de lo mismo, he querido en este último post del año hacer homenaje a un personaje que la historia ha olvidado y que sin cuya participación, hoy no estaríamos donde estamos. Me refiero a Pedro Serrano. Sin lo que hizo este hombre, es posible que hoy me llamara Alice, hablara sin la "r" y quién sabe, tendría algún pariente enterrado en Montparnase.....


Vivo en una calle cuyo nombre (Clara del Rey) es un homenaje a una mujer que murió por defender su libertad. Mi ciudad está llena de reseñas a personajes como Clara del Rey . Sin embargo, no hay ni una sola reseña al más importante de todos. Para que no olvidemos lo que sucedió, me remonto a 1808. Y a quien no le guste la historia, que se ahorre la lectura.


2 de Mayo de 1808. Madrid

En las cercanías de la Plaza Mayor corre el rumor de que uno de los hermanos de Príncipe de Asturias va a ser secuestrado por las tropas francesas. Esta caballería lleva desde mediados de abril circulando por la villa con total impunidad.

Un grupo de herreros comerciantes y algún que otro bandido, junto a sus mujeres e hijos, se aglutinan cerca del mercado de San Miguel y deciden aproximarse a las inmediaciones del Palacio Real. En su recorrido por la calle Mayor, advierten a todo áquel de las temidas intenciones del pueblo galo. Llegados a la plaza de Oriente, un General de las tropas francesas da la orden de atacar a todo aquel sospechoso de alzarse contra la caballería, y de matar a aquel que pueda ir armado.

Comienzan los fusilamientos en el campo Real y en las inmediaciones del río Manzanares. Entre los fusilados, Clara del Rey y Manuela Malasaña, aprendiz de costurera de tan sólo 15 años que fue acusada de llevar unas tijeras en su mano.

Mientras la matanza contínua por toda la villa, un grupo de 4 hombres consiguen escapar y llegan a la Villa de Móstoles donde dieron noticia de lo sucedido en Madrid. Casualmente en Mostoles, se encontraban el Auditor General y Secretario del Consejo del Almirantazgo y el fiscal togado del Consejo de Guerra. Ambos persuadieron a los dos alcaldes de Móstoles (uno en representación del pueblo llano y otro en representación de la nobleza) para que firmaran el Bando de Mostoles,
escrito donde se instaba a todo aquel que lo leyera a ayudar a la capital y luchar contra las tropas.

Pedro Serrano fue el jinete que se ofreció a llevar el Bando. Primero llegó a Navalcarnero. Esperó a que su alcalde copiara el escrito y continuó por el camino real de Andalucía (hoy Nacional V) Al caer la noche, se encontraba en Talavera de la Reina, a 86 km de Móstoles. Mientras el Alcalde de Talavera se cercioraba de hacer llegar copias del Bando a todas las comarcas colindantes, Pedro cambió de caballo y de montura y al amanecer emprendió de nuevo el camino. Al día siguiente llegó enfermo a Casas del Puerto, Cáceres, donde tuvo que hospedarse mientras el Bando continuó su recorrido por Trujillo, Mérida, Almendralejo... hasta llegar a San Bartolomé (Cádiz) el 5 de Mayo. En este día, Castilla, Extremadura y Andalucía conocían lo sucedido en Madrid. Personajes como Juan Martín, Espoz y Mina, el General Castaños.... hicieron el resto.


Podríamos continuar al historia hasta 1812, pero quiero detenerme en este punto. En 1808, donde aún existía el sistema de castas, un hombre fue capaz de promulgar por casi la mitad del país un escrito que hizo que todo un pueblo dejara sus aperos de labranza y se lanzara a la batalla. Sólo hubo un hombre que la historia reconozca la hazaña de recorrer a caballo 185 km en un día y medio. Ese hombre fue Napoleón. No sé si Pedro Serrano lo hizo mejor, lo que sí sé es que la lió parda.

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada, Alicia. A través de tu relato, veo retratado a Pedro Serrano como un activista de su tiempo. Son estos personajes voluntariosos -siempre desde el anonimato, con su labor silenciosa, esforzada y altruista- el verdadero motor sin el cual jamás llegarían a activarse los resortes que permiten operar cambios reales en el curso de la Historia.

    Dicen que el origen de la expresión "matar al mensajero" se refiere a que antiguamente se ejecutaba a aquellos que portaban malas noticias a reyes y señores. Es algo tan absurdo que nunca lo he entendido. Quizá me falte perspectiva histórica, pero desde una óptica más "moderna" e inteligente (la de Napoleón, la de Maquiavelo o la de los asesores políticos del siglo XXI, que creo siguen siendo de la misma época), matar al mensajero sería una forma estratégica de evitar los efectos de cambio impredecibles que provoca la difusión de los mensajes.

    Episodios como este de 1808 se repiten una y otra vez. Hoy, con la ayuda de mensajes instantáneos y efectos virales. Así que tampoco te has alejado tanto como pensabas, Alicia, de la tecnología y de los manifiestos ;)

    Por todos los Pedro Serrano de hoy y por el valor impagable de los mensajes que difunden. Mi reconocimiento y admiración profunda.

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  2. gracias Manuel! Ya decía cuando estaba escribiendo el post que esto de difundir un mensaje me sonaba de algo.... :D

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